Adriana Proenza llegó a Madrid desde Piedrasblancas, un pequeño pueblo asturiano, con el sueño de dedicarse a la música. Desde 2014, comenzó su carrera profesional, trabajando incansablemente hasta que en 2018 obtuvo un gran reconocimiento internacional. Su primer contacto con la industria fue cuando se mudó a Madrid para estudiar arte dramático, tras recibir un micrófono como regalo de su familia. Empezó a colaborar con productores de SoundCloud en el emergente género lofi y logró su mayor éxito con «Can We Kiss Forever», en colaboración con el productor italiano Kina, que ha acumulado más de 600 millones de reproducciones en plataformas digitales. Aunque su éxito ha atraído a muchos seguidores, con 2,3 millones de oyentes mensuales en Spotify, Adriana señala que no optó por el camino fácil y priorizó su formación en el ámbito musical. A pesar de los retos y limitaciones, considera este hito como uno de los momentos más significativos de su carrera hasta ahora.
En 2024, Adriana Proenza ha presentado «SALUT», un single que transforma completamente su trayectoria musical tras una profunda metamorfosis personal en la que ha aprendido a gestionar nuevos sentimientos. Para su producción, se unió a Roy Borland, Marcos Terrones y Khotton Palm, pero la composición es de su autoría, reflejando un mensaje muy íntimo. Adriana describe la canción como una declaración de su mundo interno como productora, cantante y creadora; es la primera producción de la que se siente realmente orgullosa. La letra explora la lucha contra la tristeza y el descubrimiento de que es ella quien puede cambiar su estado emocional. Adriana destaca la complejidad de la producción musical, afirmando que ahora puede integrar su voz y la producción creativamente, lo que le permite experimentar más. También aborda los desafíos de ser mujer en un campo predominantemente masculino, compartiendo la necesidad de visibilidad y respeto en la industria musical. Su mensaje es de esperanza y cambio para futuras productoras.
A inicios de 2024, ya hemos escuchado el sencillo «SALUT» de Adriana Proenza, pero no será lo único que la artista asturiana tiene preparado. Proenza planea un drástico rebranding musical y explorará nuevas influencias, con canciones más groovy y un pequeño EP que revelará su vulnerabilidad a través de temas más delicados y experimentales. La artista ha decidido desechar el 90% de su trabajo anterior debido a su autoexigencia, sintiendo que ahora es el momento de liberar toda su creatividad sin mirar atrás ni adelante, enfocándose totalmente en el presente. Con un deseo de compartir su evolución musical, Adriana se muestra ansiosa por mostrar al mundo sus nuevos proyectos que reflejarán su crecimiento personal y artístico.
